En la mañana salimos a recargar batería al centro de Flagstaff y tomamos carretera hacia el la región sur del gran cañón.
La carretera fué sin lugar a dudas la más aburrida hasta ahora: dos carrilles, pocas opciones de adelantar y el paisaje prácticamente igual por millas y millas. Llegamos al parque cerca del medio día.
Para entrar hay que comprar un pase de $35 por carro que da acceso al parque durante siete dias y en la entrada se forma una buena fila de carros.
Mientras esperábamos oyendo música y tomando la foto de arriba, PUMMM!, nos estrelló un carro por detrás. Cuando miré por el espejo, y ví una caravana del tamaño de un camión, nos miramos y dijimos. “ay, granhijueputa vida”.
Me aorillé, nos bajamos y de la caravana se bajó un alemán disculpandose. Afortunadamente no pasó nada, porque de lo contrario, hasta ahí nos habría llegado el paseo.
Entre la entrada al parque y el visitor center y parqueadero hay unos 10 minutos en carro. Después de parquear empezamos a caminar por el Rim trail hasta el primer mirador: Mather point.
Entre el parqueadero y la primera ‘baranda’ hay apenas algunos metros caminando hasta el Rim trail, que lo lleva a uno a los diferentes miradores. La sensación de caminar por ahí es simplemente abrumadora. No hay fotos ni videos ni películas que puedan explicarla.
Desde Mather point, caminamos por Rim Trail hasta Yavapai point, otro de los lugares con mejores vistas panorámicas. La caminata son apenas unos minutos.
El rim trail es el sendero mas común. Va desde el visitor center hasta la ‘villa’, donde están los hoteles, la estación de tren y otros tourist traps. Depués de caminar un rato, decidimos ir en el carro a visitar otros puntos mas remotos y menos concurridos.
Ahí paramos en Pipe Creek vista y luego seguimos hacia Grandview point, desde donde se puede bajar un poco por la montaña.
En Grandview point caminamos un poco y nos sentamos un rato a ver el paisaje y después regresamos al carro a dar una vuelta por otras áreas del parque. Con más tiempo y tal vez en un mejor clima, vale la pena hacer un hike hasta el río, pero esto necesita como mínimo un dia entero.
La visita al south rim se puede hacer en un par de horas. Hay buses que lo llevan a uno de un lugar a otro, pero lo más fácil es moverse en el carro. El parque es muy grande, pero todo está muy bien señalizado.
Después de varias paradas y ya de regreso, paramos en Tusayan a almorzar (hamburguesa en Wendy’s y cafécito de starbucks) y recargar batería, e iniciamos el regreso a Flagstaff a eso de las 5.30pm. Esta vez, la carretera fué dos mil millones de veces más aburrida.
Ya en Flagstaff dimos una vuelta y nos fuimos a descansar. El lugar tiene una buena energía. En definitiva, es una de esas ciudades pequeñas donde uno piensa: “Yo viviría aquí. ?”