Hoy fue el primer día oficial de turismo en Nueva York. Cansados de la supremacía gringa, decidimos darnos un roce cultural. Empezamos en SoHo, donde aprendimos que SoHo significa South of Houston Street, visitamos almacenes de diseño, muebles, lujos y diversos objetos incomprables.
Para cuando llegó él hambre estábamos en Little Italy, asi que decidimos buscar una buena pizzería y dimos con Píacere. Nos atendió el dueño, un italiano buena gente, que después le entregó el pedido a Pedro, el mexicano que cocinaba las pizzas. Aun así, estaban increíbles.
El postre nos lo comimos en Chinatown, donde entre los miles de almacenes de pescado seco y Ging seng, encontramos Aji Ichiban; un almacén de dulces de Hong Kong donde se podía probar todo. No nos animamos a probar los dulces de anguila seca pero si encontramos cosas muy ricas. No tenemos foto de los dulces pero si de todo lo que había alrededor. Después, fuimos a vitrinear.
De Chinatown salimos para Times Square con una parada técnica en el Apple Store de la Quinta Avenida a recoger un encargo. Muy bonita la tienda y todo lo que quieran pero no entren, está llena de turistas.
Cerramos en Times Square donde comimos nueces y perro caliente y donde Elena coronó con la campesinada máxima a la fecha.
Campesinadas
Cuando Daniel estaba tomando la primera foto en Times Square, llegaron los Minions de la película y Elena, pensando que era una publicidad, se puso a saltar con ellos. 7 segundos después de la foto, el muñeco empezó a decir: “Papi one dollar, papi”.