Día 2 – Madrid – 3 museos

Esta mañana fuimos a desayunar a La Rollerie; un café en el centro cerca al apartamento donde comimos tortilla española, café y churros con chocolate de postre.

Chocolate y churros en La Rollerie

De ahí, caminamos hasta el palacio real, donde aprendimos que los reyes no viven ahí desde hace años y seguimos caminando hasta la estación Opera donde cogimos el metro hasta la estación central, Atocha que está mas cerca de los museos.

Palacio Real
Palacio Real

En Atocha dimos una vuelta corta y caminamos hasta el Museo Reina Sofía donde nos dimos cuenta después de una hora de fila, que si uno compra las boletas por internet, puede entrar derecho. (Obviamente habíamos comprado las boletas por internet y como buenos campesinos estuvimos una hora esperando)

Estación de Atocha
Museo Reina Sofía

El museo está bueno, hay cosas chéveres de Magritte, Dalí, Klein y Picasso; entre esos “Guernica” (al que no se le pueden tomar fotos), pero el lugar es demasiado grande, la colección está medio desordenada y hay que caminar mucho para ver las cosas que valen la pena cuando uno no es español.

Magritte
Dalí
Dali

Como teníamos hambre, nos fuimos al siguiente y mejor museo de todos: “El museo del jamón“, donde almorzamos con una paella fría de ibéricos y alcachofas fritas e hicimos planes de todo lo que nos vamos a llevar entre la maleta de regreso..

La colección itinerante del museo del jamón
La colección itinerante del museo del jamón

Saliendo de almorzar, caminamos por el Paseo Del Prado hasta el museo Thyssen Bornemisza que nos gustó mucho mas que el Reina Sofia. La colección permanente está muy buena y hay cosas chéveres de Chagal, Rosenquist, Edward Hopper y descubrimos a Richard Estes.

Lichtenstein
Chagal
Rosenquist

Al final en un cuadro de 1821, Elena encontró un perrito para adoptar.

Del museo, caminamos hasta Cibeles y nos tomamos la foto correspondiente en la fuente y el Palacio como buenos turistas y seguimos para la puerta de Alcalá donde también hicimos el debido trámite.

La Cibeles
Palacio de Cibeles
Puerta de Alcalá
Puerta de Alcalá

Cerrando el día, descubrimos una zona de compras elegantísima en la Calle Serrano donde vitrineamos un rato antes de coger el metro de vuelta al apartamento donde como es de esperarse, estamos comiendo sándwiches de jamón ibérico y aceitunas negras mientras escribimos este post antes de irnos a dormir.