Después de 10 horas de vuelo, llegamos a Madrid cerca de las 2pm por la tarde salimos directo al Airbnb en la Calle Arenal 26; pleno centro, entre el Teatro Real y la Puerta del Sol. De ahí, salimos a buscar jamón serrano.
El apartamento tiene menos de 20 metros cuadrados pero la ubicación es increíble.
Después de dejar las maletas, salimos a caminar por toda la calle Arenal (que es peatonal) hacia la Gran Vía para ir a comer algo al Mercado San Idelfonso. Como era festivo, estaba llenísimo, pero el clima está perfecto.
El mercado de San Idelfonso es un edificio de 3 pisos que queda en la calle Fuencarral. Es un mercado gastronómico con varias opciones de comida internacional, con excepción de 2 lugares de comida española, lo cual nos decepcionó un poco, pero encontramos jamón.
Comimos croquetas de 350 sabores y una tabla de jamón serrano, pero nos quedamos con hambre y nos devolvimos a tomar chocolate madrileño y churros en la Tacita de Plata; una chocolatería que vimos por el camino.
El chocolate no es el mismo chocolate criollo, sino mas bien está diseñado para sumergir los churros. Si estuviéramos en Colombia, le dirían “Salsa para helado”.
De regreso al apartamento y para bajar el coma diabético, paramos en una tienda de jamones y nos compramos 2 bocadillos (sándwiches) de jamón serrano para ir a dormir el jetlag.