Salimos aproximadamente a la 8:30 am de la casa, destino Penn Sation vía Uber y de ahí en tren hacia el aeropuerto de Newark para recoger el carro y arrancar hacia Cape Cod.
Los del alquiler de carros se demoraron casi una hora y media en entregarnos el carro, por lo que salimos de de Nueva York casi a medio día.
Incluyendo 35 minutos de miedo, perdidos dando vueltas en el Bronx por tomar la salida incorrecta, nos tomó 3 horas y media llegar a los outlets, a mitad de camino.
Había muy pocos puntos donde parar y en ninguno encontramos nada diferente a McDonalds y Dunkin Donuts. Le apostamos a una plaza de comidas en los outlets, pero lo único que había era un kiosko de perros calientes y hamburguesas. Aún con el hambre más atroz, fue imposible pasar del segundo mordisco de la hamburguesa. Era la peor hamburguesa del mundo mundial.
Después de comprar un par de bobadas, salimos para Brewster; el pueblo donde alquilamos una casa, exactamente a 420km de camino en donde lo único que se ve son árboles amarillos y casitas de madera.
Tuvimos que parar a comer en el último Wendy’s antes del fin del mundo, pero olía tan feo adentro que nos tocó seguir al último McDonalds.
Llegamos a la casa a las 9:30 de la noche. Todo era un pueblo fantasma. La casa sin embargo, es un lujo.