De mañana Santiago nos llevó al aeropuerto de Bergamo a recoger el carro y de ahí salimos destino a Thun, donde teníamos hotel reservado.
Atravesar fronteras en Europa es raro. No hay letreros ni banderas ni nada. Solo atravesamos un edificio, donde nos vendieron el sticker que hay que ponerle al carro y seguimos. Con ese Sticker (que vale €45), se puede manejar por todas las carreteras del país.
Ya en Suiza, paramos en Lugano. Un pueblo borde del lago con el mismo nombre. Ahí dimos una vuelta a pie por la plaza central y luego caminamos por el parque Ciani al borde del lago.
Almorzamos en Comercianti. Elena comió Bruscheta de alcachofa y Daniel Risotto parmiggiano. Muy buenos los dos.
Por ser festivo había muchas cosas cerradas, pero el pueblo se recorre en una hora a pie.
De lugano seguimos hacia Thun por una autopista que pasa por debajo de los alpes. Entre muchos túneles, hay uno de mas de 15Km. Inicialmente pensábamos ir por los pasos montañosos, pero están cerrados en invierno.
De camino nos tocó un aguacero terrible y llegando a Thun, tuvimos que pasar por Brünig pass, uno de los pocos pasos montañosos que permanecen abiertos durante el invierno. La carretera, de noche y con lluvia, es asustadora.
Después de hacer Check-in, salimos a buscar algo de comer, pero por el mismo festivo, el pueblo estaba totalmente muerto, con excepción del McDonalds.
Al final, del día recorrimos 370Km en 4 horas y media.