Esta vez, el plan era un viaje de fin de semana a Milán para encontrarnos de nuevo los 8, aprovechando que los abuelos Bernal-Moncada están de paseo por Europa.
Llegando a Milán, alquilamos un carro en el aeropuerto de Malpensa y salimos con dirección al lago de Como que queda a unos 50Km. Nos dieron un Fiat 500 y esta vez, manejó Elena.
Como siempre sucede, el viaje que debía tomarnos 35 minutos, tomó 55 por culpa de un desvío equivocado y un trancón que no entendimos.
En Como nos estaban esperando todos, así que nos encontramos en la plaza de Duomo y después de caminar un poco, fuimos a almorzar a Hosterietta; un restaurante del centro.
Después de almorzar salimos camino al lago, pero paramos a comer un gelato obligado en Rossetti y seguimos hasta el puerto, donde tomamos la foto de rigor.
El lago Como es uno de los lagos naturales mas grandes de Italia y tiene mas de 140Km2 de extensión y es muy famoso por las villas y casas a todo su alrededor.
Los abuelos se devolvieron para Segrate y nosotros fuimos a caminar hasta la Villa Olmo donde había un montón de gente vestida del siglo 18, que según entendimos iban a un baile de época.
En el jardín de la villa nos sentamos a pastar un rato mientras Elena (chiquita) nos lanzaba arroz, residuo de algún matrimonio anterior.
Al regreso, cenamos en el club de Segrate y nos fuimos a dormir.