Pensábamos salir temprano con destino a la Acrópolis pero se nos hizo tarde, así que llegamos alrededor de las 10, pero subimos por la entrada occidental, que es mucho menos conocida y estaba bastante sola.
La fila para subir y pasar la puerta (Propileo), fue asustadora porque era una sola fila de gente, todos pasando por encima de otros pero una vez adentro, se dispersa rápidamente.
Al entrar, lo primero que se ve es El Partenón, que es mucho mas impresionante de lo que uno se imagina. No solo por el tamaño y la arquitectura, sino por el hecho de pensar que se construyó originalmente hace 2600 años y han pasado por ahí 6 civilizaciones incluyendo la nuestra.
A la izquierda del Partenón, que es el edificio central mas antiguo de la Acrópolis, está el Erecteón, también construido por Pericles. Un templo de uso “general” donde se llevaban a cabo ritos diversos.
Tiene 3 fachadas, siendo la sur la más interesante, porque es donde están las columnas Cariátides que vimos en el museo.
Lo curioso de este templo es que no es simétrico y tiene forma irregular, para evitar tocar el primer Olivo del mundo, plantado por Atenea y el lugar donde Poseidón enterró su tridente, según la mitología griega.
Después de dar la vuelta por el Erecteón, y en la parte de atrás del Partenón, se llega a un mirador moderno, desde donde por un lado se ve todo Atenas y por el otro una buena parte de la Acrópolis.
Después de la foto, caminamos alrededor del Partenón para ver los detalles de los frisos y metopas, que son 92 placas de piedra esculpida a todo alrededor. Lo que hay en este momento son réplicas, porque Lord Elgin, un inglés embajador de Constantinopla las arrancó en 1801 y se las vendió al British Museum.
Desde la Acrópolis, se pueden ver las cosas que visitamos ayer: El museo, el templo de Zeus y el estadio Panathinaikó.
Camino a la salida se puede ver el Templo de Atenea Nike, un templo pequeño en honor a Atenea y Nike, la diosa de la victoria. A este, no hay manera de acercarse, así que la foto toca de lejitos.
Y mientras la parte de arriba de la Acrópolis estaba dedicada a los Dioses, las laderas estaban dedicadas al ocio. Saliendo, se puede ver el teatro Dionisio (Dios del ocio y la fiesta), y primer teatro de la antigua Grecia y el Odeón de Herodes, un teatro construído por los romanos después de la conquista y que se sigue usando hoy.
Bajando de la Acrópolis y viendo que ya nos daba medio día paramos por un tentempié antes de seguir.
De ahí, caminamos hasta Anafiotika, un barrio conocido que desde lo arquitectónico, se parece mucho a las islas griegas. Calles muy estrechas, escaleras por todas partes y casas muy simples y poco adornadas con techos abovedados.
El barrio era originalmente un barrio marginal, construido y donde vivían los obreros traídos de las islas ciclades para reconstruir Atenas después de la guerra con los otomanos. De ahí la arquitectura.
Una historia muy bonita y todo lo que uno quiera, pero la verdad que ver, así que después de la foto de rigor, seguimos hacia el Ágora (mercado) antiguo.
El Ágora antigua era el mercado griego original, o como quien dice, la plaza del pueblo. Ahí estaban los edificios de gobierno, el mercado central, las zonas de comercio de la ciudad.
Durante los primeros esfuerzos por recuperar el área, en 1950 decidieron reconstruir el Pórtico, original del año 150AC usando materiales y técnicas originales.
Desde la Stoa, caminamos por las ruinas hasta el Efestión, que es el templo mejor preservado en Atenas. Fué construido en en paralelo a los principales monumentos de la Acrópolis.
El templo está prácticamente tal cual fue construido y se mantuvo así durante 2500 años gracias a en el siglo 7 lo convirtieron en una iglesia cristiana, lo que evitó que lo usaran como cantera para construir otros monumentos.
Saliendo del Ágora antigua, regresamos hacia la zona del hotel y decidimos tomar una ruta alternativa. Fué una buena sorpresa porque nos salimos de la zona turística y terminamos caminando por algo que podría ser el Paloquemao de Atenas.
Hábía docenas de tiendas de semillas, frutos secos, embutidos y todo tipo de cosas. Ahí compramos higos y descubrimos cosas que nunca habíamos visto.
Después de descansar unos minutos, fuimos a la calle Panepistimiou, donde hay 3 edificios famosos: La Academia de Atenas (un centro de investigación), la Universidad de Atenas y la Librería Nacional. Los tres, fueron construidos a finales de 1800 por el mismo arquitecto. (Hansen)
Después de las fotos de rutina, y ya rayando las 5 de la tarde, almorzamos kebab y nos fuimos a descansar.
Día 7 – Relax y regreso…
Para cerrar el viaje, el nos gastamos la mañana caminando por el centro, pasamos por la Catedral para la foto y volvimos a Madrid en metro eso de las 3pm.