Después de desayunar en el hotel, salimos para la estación Martim Moniz que es la primera parada del Tranvía E28. Esta ruta es famosa porque recorre todos los lugares de interés del centro y es buena idea tomarla desde el inicio para poder encontrar espacio.
Cuando llegamos a la estación, había una fila de casi 100 personas esperando subirse, además de otro tanto de aviones que buscan colarse en la fila. La espera para llegar fue de poco mas de una hora, pero pudimos encontrar un lugar sentados en el tranvía.
Después de montarnos en el tranvía recorrimos los lugares más importantes. Plaza de comercio, Catedral y los miradores a los que habíamos visitado el día anterior, para bajarnos en la estación de la Plaza de Luis Camoes.
Desde la plaza, caminamos a un café que Daniel encontró. Fábrica Coffee roasters, donde paramos un rato. El café estaba muy bueno.
De Fábrica, salimos a pie hasta Pratta52, un restaurante donde teníamos reserva para almorzar. Es un lugar de tapas, que salió bastante bueno. Entre las tapas que pedimos, de resaltar los guisantes tempura y el chorizo. Lo queman al lado de la mesa para quitarle un poco la grasa y lo sirven con una reducción de naranja.
Del restaurante salimos para La Conserveira de Lisboa. El país es famoso por los enlatados y principalmente por las sardinas, así que compramos algunas cosas para llevar.
De la Conserveira, salimos para el hotel a recoger las maletas y cogimos camino en metro hasta el aeropuerto para regresar a Valencia. El tema principal de conversación fue que los colores que escogieron para el interior, están terribles.