Día 7 – Tigre

Viendo que no pudimos viajar fuera de BA y que me gané un día y medio de viaje gracias a la conferencia a la que no fuí, decidimos irnos a conocer Tigre; una ciudad en el delta del río Paraná, al norte de Buenos Aires. (Técnicamente es parte de la ciudad, pero lo venden como un plan)

Hay mil maneras de llegar ahí, pero decidimos probar el tren, así que quedamos de encontrarnos para comer algo en la estación Retiro a las 9.

La Estación Retiro

Llegué poco antes de las 9, desayuné y esperé a Miguel mientras llegó y encontró que comer, porque no le gustó nada de Starbucks. Al final se comió un sánduche de milanesa inmundo en un cuchitril de estación de tren ? y salimos.

Al tren se puede subir con la misma tarjeta del metro, cuesta lo mismo y el viaje se demora cerca de una hora. Eso si, para en 10 estaciones y está lleno de vendedores ambulantes, limosneros y cantantes, aunque los últimos son mucho mas profesionales que los de Transmilenio (Con toda seguridad). Es el transporte que usan todos los que viven al norte de Buenos Aires.

El pasaje vale los mismos 19 pesitos.
Camino a Tigre

Después de llegar a Tigre, caminamos un poco por uno de los canales del río y encontramos un lugar para hacer un vuelo corto de Dron.

La estación de Tren de Tigre

Como era lunes, afortunadamente casi todo estaba cerrado porque hay una serie de museos trampa, un parque de diversiones, un casino y un mercado en el puerto, ese si abierto parcialmente.

Y la vista desde el aire
Para el otro lado, pura selva

La zona es caminable, pero el calor estaba insoportable, así que en vez de caminar, decidimos tomar un paquete de bus turístico que incluye el regreso hasta Buenos Aires en Barco.

Andando en el bus turístico, no hay mucho que ver

Tigre, en resumidas cuentas, es como un Girardot con estación de Tren y casino. Mas allá de ver el rio desde los muelles, hacer un tour por las islas del Delta en lancha e ir a almorzar a uno de los 4 restaurantes de turistas que hay no hay mucho para hacer.

En el río Luján

Después andar un poco en el bus por el pueblo, nos bajamos en una de las paradas y caminamos por el muelle hasta que encontramos uno de los restaurantes para almorzar. Preciso era de Pasta.

Después de almuerzo, caminamos un poco mas por el muelle y regresamos caminando hasta el puerto para tomar el barco de regreso que salía a las 4.

Listos para regresar a BsAs
Arranca el paseo a pleno sol

El barco hace un recorrido por las islas a 2Km por hora, mientras ponen una grabación en 3 idiomas, que le cuenta a uno como van los niños al colegio en las islas, como hacen mercado en supermercados flotantes y cuanto cuestan las casas que uno ve. De hecho, hay un museo y la atracción principal es una réplica de la casa de yo no sé quién coños, forrada en vidrio (no miento) para que no se dañe con el viento. (Así? O más turístico. ?‍♂️).

La casa forrada en vidrio (Para que me crean)
Las casas de la gente famosa
Y otras atracciones turísticas sin sentido.

El paseo dura dos horas y su uno está en la parte de arriba del barco, es a pleno sol, pero eso si, los viejitos Canadienses y Españoles al lado nuestro iban felices tomando fotos.

El paisaje en general
Buenos Aires parecía lejísimos!

Para cuando llegamos a Buenos Aires, el grado de insolación e ira eran complicados, así que tomamos algo y salí a la casa a bañarme y recuperarme del desastre.

Los españoles y canadienses insolados también (Llegando a Pto. Madero)

Por la noche, salimos a comer cada uno por su cuenta. Primero intenté ir a La Cabrera, que se supone está en el Top 3, pero había mucha gente, así que me fuí para otro que tenía en la lista: Caldén del Soho.

Como estaba solo, se tardaron un rato en darme una mesa, pero valió la pena la espera, porque me comí un bife de chorizo increíble y me fuí a dormir.

El siguiente día fue para hacer algunas compras y descansar, porque el vuelo de regreso sale muy temprano.