Día 7 – Berlín – Aniversario de la caída del muro

Salimos temprano hacia Postdamer Platz para ver el techo que sale en las fotos pero no lo encontramos, así que salimos hacia lo que decía el mapa que era el búnker de Hitler, pero solo encontramos un parqueadero. Efectivamente era ahí, pero los alemanes lo borraron por completo.

Camino al bunker inexistente de Hitler

Saliendo del parqueadero, caminamos hasta el memorial de los judíos asesinados en la guerra, vimos la exposición y salimos hacia la puerta de Brandenburgo, que es impresionante, aunque por los eventos de celebración había muchos andamios y carpas de conciertos que dañaron las fotos.

Memorial de los judios asesinados durante la guerra
Memorial de los judios asesinados durante la guerra
Memorial de los judios asesinados durante la guerra
Puerta de Brandenburgo
Puerta de Brandenburgo
Puerta de Brandenburgo

Cerca a la puerta está el Reichstag que es otro edificio impresionante. No pudimos entrar a ver la cúpula y tomar fotos es jodido porque al ser el edificio del parlamentola seguridad es complicada y se requiere una cita con muchos meses de anticipación, pero vimos la caravana presidencial entrando a trabajar.

Reichstag
Reichstag

Del Reichstag salimos decididos a buscar el techo de las fotos de Postdamer Platz y descubrimos que era en el Sony Center, así que fuimos a tomarnos la foto. Así como que valga la pena, no, pero hay foto.

Almorzamos salchichas (Bratwurst y Krakauer) en el Mercado de Navidad de PostdamerPlatz y probamos de postre las Shneeballen, que son unas bolas de pedazos de galleta (vieja) pegados con Nutella o otras cosas. Son carísimas, pero nada que ver. Eso si, el mercado está chevere y hay cosas ricas.

Estación PostdamerPlatz
El stand de “Buñuelos”
Salchichas y otras delicias
No compren de estas, se ven ricas, pero son puras galletas viejas

Después de almorzar, salimos en tren hasta el memorial del muro en Bernauer Straße, hecho en homenaje a todos los que murieron ahí durante la guerra fría. Caminamos un rato por ahí y salimos a Rausch a comprar chocolates.

Memorial del muro
“Ampleman”: Así se llama el muñequito de los semáforos en Berlin
Memorial del Muro de Berlin

Cuando llegamos descubrimos que la tienda tiene un café en el 3er piso donde hay una banda transportadora de chocolates y unos postres muy ricos. Eso si, es elegantísimo y está lleno de viejitos, pero vale la pena y como primero fuimos a comer postre, salimos ostigados y no nos gastamos los ahorros en chocolatinas.

Escoger el postre en Rausch fué una decisión muy difícil

Como todavía había tiempo, decidimos ir al Palacio de las lágrimas (Tränenpalast), una estación de metro que era otro de los cruces entre las dos Alemanias, pero estaba cerrada por un evento y no pudimos entrar, así que nos fuimos al Nikolaiviertel, un barrio que se destruyó durante la guerra y reconstruyeron hace relativamente poco. Ahí vimos el Rotes Rathaus (ayuntamiento de Berlín) y la iglesia de San Nicolás.

La entrada cerrada de Tränenpalast

Rotes Rathaus
Rotes Rathaus y Fernsehturm desde el Nikolaiviertel

De vuelta, vimos otra proyección por el aniversario del muro en el Humboldt Forum y nos fuimos a descansar.