Nos levantamos a las 3am para estar en el aeropuerto a las 6 y llegar a Berlin a las 9.30. Del aeropuerto tomamos el tren hasta el apartamento en Oranienburgerstraße y dejamos las maletas.
El sistema de transporte en Berlin es muy complicado, porque además de sumar tren, metro, tranvía y bus, los nombres no ayudan ni cinco. La barrera del idioma es difícil, pero al final se da uno cuenta de que hasta los cajeros del supermercado hablan buen inglés.
Muertos de hambre buscamos un café para desayunar y terminamos en un lugar vegano carísimo (Por equivocación). Comimos Bagels de Remolacha y Pepino y café y salimos a camino a Gendarmenmarkt, una de varias plazas en Berlín, donde está el Konzerthaus y dos catedrales impresionantes (Francesa y Alemana), que se destruyeron en la 2da guerra mundial y solo se pudieron reconstruir en los 80.
De camino, cruzamos el río Spree, pasamos Berliner Dome (La Catedral) y por por la isla de los museos, donde están algunos de los museos mas relevantes y BebelPlatz, donde está la Universidad Humboldt y el monumento a la memoria de la quema de libros de 1933.
En la ruta, entramos al almacén de chocolates increíble: Rausch y caminamos un poco por la zona.
Después de comprar una sombrilla, caminamos por Friedrichstraße, una calle con almacenes muy lujosos hasta Checkpoint Charlie, el cruce aliado del muro de Berlín más conocido durante la guerra fría.
De Checkpoint Charlie salimos para Topografía del Terror, un museo/exibición construido donde estaban los cuarteles generales del régimen Nazi (SS y Gestapo), destruidos durante la Segunda Guerra Mundial, que cuenta la historia del lugar y los orígenes y detalles de la SS y el régimen.
De regreso, parada obligada para comer salchichas en el frío más hijueputa (En este caso Bratwurst) y parar en un supermercado a comprar provisiones antes de ir a descansar.